Bandas así pueden salvar la música española del tedio en el que se encuentra. Bandas como los jerezanos Los Delinqüentes, la única alternativa decente en un mundo plagado de mediocres, politonos y estúpidos en las discográficas. Ellos han hecho de la fiesta alegre su bandera y de su talento un ariete contra el pesimismo. Para Los Delinqüentes, creadores del sonido "garrapatero" y discípulos aventajados de Kiko Veneno, la vida es una fiesta y la fiesta es alegría. Su rumbita bailonga, elegante y alegre, apología de la verbena de pueblo, es proclive a la comunión con una audiencia que les adora. Y a buen seguro que su "Ya nadie te quiere" será coreada a pulmón por el público, su "Tabanquero" será celebrado por la audiencia y si suena "Mis condiciones pajareras", ésa en la que es invevitable recordar a Migue, antiguo componente del grupo fallecido en 2004, la fiesta será completa.
Y es que cuando el ritmo del rock and roll se junta con el gitaneo de Jerez, surge algo parecido a una eclosión de alegría y jolgorio, una suerte de celebración del talento al que se llega desde la felicidad.
Los Delinqüentes no tienen aún su nuevo disco en la calle, pero seguramente irán adelantando canciones en sus próximos conciertos, del que dicen se llamará "Bienvenidos a la época iconoclasta", y en el que cuentan con colaboraciones de Muchachito Bombo Inferno, Kiko Veneno y Pereza.
¡Disfrutad de la canción melómanos!
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