Britney Spears se había convertido en los últimos años en una fuente de constantes polémicas y críticas por su controvertida vida personal. Su adicción a las drogas y su internación varias veces en centros de rehabilitación, sumado a su divorcio y a la lucha por la custodia de sus dos hijos, habían debilitado mucho su imagen de estrella internacional.
Todo esto la llevó a estar cuatro años en el dique seco, sin sacar ningún LP al mercado. Hasta 2007, cuando llegó 'Blackout', un cd que pasó bastante desapercibido por el mercado, ya que en ese momento su vida íntima resultaba demasiado comprometida para obtener el éxito de sus cuatro álbumes anteriores. Tan solo se hizo escuchar su primer sencillo, 'Gimme More', pero la actuación de esta canción durante los premios de la MTV en ese año acabaron por hundir su trabajo, ya que la imagen dada por la cantante resultó pésima, sin saberse la coreografía y con un cuerpo muy descuidado, algo muy importante durante toda su carrera.
Ahora, con todos sus problemas personales solucionados, Britney Spears regresa con fuerza. Su nuevo disco 'Circus' está resultando un éxito total de ventas desde su estreno en este mes de diciembre. Además, en su primer single, 'Womanizer', la cantante se encarga de cerrar todos los rumores sobre su estado físico al mostrarse casi desnuda y muy sensual a lo largo de todo el videoclip. La princesa del pop ha vuelto con ganas de cerra bocas.
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